¿Estas interesado en iniciar tu propio negocio? Conoce los beneficios al iniciar este negocio, el mercado potencial y la mejor ubicación
México es el primer productor de plata con el 31 por ciento de la producción mundial, concentrándose el 80 por ciento de la producción en una sola empresa: Peñoles.
Los principales estados productores de plata son: Zacatecas, Durango y Chihuahua. En el primero se localiza Mina de Fresnillo, la mayor en términos de reservas exploradas en el mundo. Sin embargo, es en Taxco donde se consume más de la mitad de la plata que se transforma en joyería. (Se calcula que más del 70 por ciento de las exportaciones mexicanas de joyería de plata provienen de Taxco.)
México exporta joyería de plata principalmente a Estados Unidos. No obstante, estas exportaciones representan sólo ocho por ciento del mercado de Estados Unidos, que estará dispuesto a recibir más producto mexicano, siempre y cuando se cumplan los estándares de calidad, precio y tiempos de entrega.
Si bien es cierto que la industria de la joyería se relaciona más con el gusto femenino, datos de la Cámara de Joyería de Jalisco revelan que el 15% de los consumidores en México son hombres. Su preferencia va más hacia la sobriedad de piezas elaboradas a base de plata, ónix y caucho, por su parte el público joven recurre más a la plata, el cristal y las cuentas de bajo valor. Aquí te mencionamos algunos datos que pueden incentivar tu emprendimiento en esta industria:
Tampoco presenta pérdidas, pues las mermas para armar determinada bisutería se pueden utilizar para otros accesorios. Así, tu inversión está garantizada, inclusive si decidieras dejar el negocio y traspasarlo.
En conclusión, estamos ante un sector que no sólo se mantiene sino que crece y puede expandirse hacia otros mercados fuera de México
En este proyecto se describe un negocio dedicado al diseño y oferta de productos trabajados en plata. La actividad consistirá en la fabricación artesanal a pequeña escala de platería; así como a la venta y reparaciones.
Existen otros modelos de negocio con los que pueden diseñar o complementar tu oferta:
La primera modalidad es convertirte en distribuidor de joyería y bisutería. Es ideal si buscas ingresos adicionales, ya que puedes iniciar con una inversión de entre $5,000 y $10,000, para vender piezas entre tus redes de contactos.
También puedes convertirte en mayorista o fabricante de bisutería, con una inversión de $50,000, aunque las ganancias de tu negocio pueden llegar al 65% del total de ventas si eres mayorista, y hasta del 300% si fabricas tus productos. Considera que este esquema te permite dar clases de armado de bisutería con un costo promedio de $300 por tres horas de clase.
La tercera opción es abrir una joyería de oro, plata, relojería y brillantería con una inversión mínima de $200,000 que se recupera después del primer año, dejando ganancias de más del 50% mensual. También puedes combinar la venta al menudeo de joyería de oro, plata y bisutería con el comercio como medio mayorista. En esta modalidad destacan tres tipos de clientela: las compradoras tradicionales de joyas, las amas de casa que gustan de armar sus propios diseños y las que desean obtener ingresos adicionales (como las oficinistas).
El cliente principal de un taller de platería está formado por establecimientos especializados en la venta de artículos de joyería y plata, que buscan artículos de diseño exclusivo y original y que vende fundamentalmente a mujeres, de entre 30 y 55 años de renta media o media-alta.
Ahora bien, todo depende del producto que se trate, ya que los adornos de bisutería y plata tienen gran aceptación entre los más jóvenes.
Aunque la utilización de joyas es más común entre las mujeres que entre los hombres, esto no supone que el público masculino quede excluido, sobre todo en determinados productos realizados por encargo.
Así mismo, las ferias especializadas del sector, así como las exposiciones, son lugares donde también se pueden llevar a cabo ventas directamente al consumidor, sin pasar por los intermediarios, que son las tiendas.
Lo que valora el cliente, sea hombre o mujer, en este tipo de producto es la originalidad, la exclusividad y la calidad de los productos utilizados.
En cualquier caso, el nivel de ventas se mantiene a lo largo del año, pero aumentará en las Navidades, verano y durante las ferias del sector.
Por tanto, este negocio tiene como clientes tanto a particulares como a empresas del sector.
Es importante que antes del inicio de operaciones definas el perfil de tu cliente meta, esto no significa que tengas que "olvidarte" de aquellos que no cumplan tu perfil. La idea es comprender bien qué segmentos atendemos y qué segmentos no se han trabajado. Los compradores difieren en sus deseos, poder adquisitivo, procesos de decisión de compra, y en su actitud hacia la compra. Esto hace necesaria la labor de segmentarlos y así poder evaluar.
Hay que dividir los grandes y heterogéneos mercados en segmentos más pequeños y homogéneos, para hacer coincidir las capacidades de la empresa, de sus productos y servicios con los valores que buscan los clientes.
De entre todos tus clientes, ¿quiénes son los que te compraran más seguido? ¿Qué características comparten? Tal vez son más joyerías pequeñas que otro tipo de tiendas o particulares. ¿En dónde se ubican? ¿Cuáles son las necesidades de estas empresas? ¿A qué tipo de clientes atienden?
Pregúntales qué características buscan en tus productos, qué otros productos les podrían interesar. ¿Cuáles son sus patrones de compra? ¿Qué opinan de tu producto y de la competencia? Todas estas preguntas son pautas para que evalúes tu mercado y verifiques que tu producto o servicio se integra armoniosamente a su estilo de vida. No es necesario que inviertas en un estudio de mercado (aunque no estaría de más realizar uno). Lo más importante será que te acerques a platicar con algunos de tus clientes. Así tendrás la mitad del camino recorrido.
Debes tomar en cuenta todo lo que te digan, especialmente si son cosas que no quieres escuchar.
Tal vez compran tu producto por necesidad y no por gusto. O puede ser que te estén comprando por comodidad o cercanía, no porque realmente prefieran tus productos. Como ejemplo, piensa en los lugares donde comes en horas de trabajo. O en tu manera de decidir a qué cine ir. La mayoría de las personas escogen estos servicios debido a la cercanía o la comodidad, aunque les disguste la opción. Nadie te asegura que tus clientes no te estén usando como su "peor es nada".
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