¿Estas interesado en iniciar tu propio negocio? Conoce los beneficios al iniciar este negocio, el mercado potencial y la mejor ubicación
El negocio de los libros en México es hoy uno de los giros más interesantes debido a la evolución de la industria y a la diversificación de nichos. Las necesidades de lectura de un mercado cambiante, actualmente ofrecen más oportunidades de negocio.
Hace unos 50 años, los libros en México eran una pequeña industria que atendía un mercado aún más pequeño: intelectuales, académicos y una clase media alta. Los títulos eran pocos y sólo se podían comprar en el centro de la ciudad de México o Coyoacán. Además de los Hermanos Porrúa, estaban presentes pocas editoriales y librerías en nuestro país.
Todo cambió a principios de los años setenta, cuando Mauricio Achar, el fundador de Librerías Gandhi, terminó con el concepto de librerías demostrador al abrir las puertas de su establecimiento con una oferta central: libros que se podían hojear (y ojear) para seleccionar al antojo.
Desde entonces las librerías dentro de nuestro país han ganado popularidad, logrando promover el habito de la lectura entre los mexicanos, a su vez los modelos suelen complementar su oferta (y sus ingresos) con líneas de negocio como cafetería, sala de proyecciones, galería, etc.
FORMATOS DE NEGOCIO EXISTENTES
Una parte esencial de la experiencia de comprar un libro está en la búsqueda, en los largos paseos por las filas y rincones de una tienda, en el mirar todos los títulos en existencia, tocarlos, abrirlos. Es común también que un libro se antoje más con un café.
Hoy vemos un escenario en el que las opciones son enormes en cuanto a mercado y producto. La venta de libros por Internet pone en tela de juicio todo un sistema, a tal grado que Amazon es una de las empresas punto com más valiosas y estudiadas del mundo. Así, tenemos una tendencia de diversificación que puedes aprovechar o imitar.
Entre los modelos actuales que están tomando fuerza se encuentran los siguientes:
Sin duda, las llamadas “cafebrerías” –cafeterías que ponen al alcance de los clientes libros para compra y/o consulta–son uno delos formatos preferidos por los consumidores de café y los amantes de la cultura. El motivo: ofrecen la oportunidad de disfrutar de un buen título mientras se relajan con un delicioso café y descansan en un mullido sillón.
La opción es adquirir una máquina expendedora de libros, las cuales ya se encuentran en diversos lugares de Europa, Asia y Estado Unidos. Como en el caso de las máquinas expendedoras de café, la clave es conseguir la concesión para colocarla en un lugar con mucho tráfico de clientes potenciales.
El cliente selecciona de una base de datos el título que desea adquirir y paga con efectivo o tarjeta de crédito. Entonces, la máquina imprime, ordena, pega y encuaderna el libro en menos de cinco minutos. Las portadas se imprimen en laminado a todo color y la calidad es impecable.
Tiene la posibilidad de imprimir en cualquier idioma, de una base de datos de más de 2 millones de títulos.
El costo aproximado de impresión es de US$1 por cada 100 páginas.
Se trata de que determinados grupos –como estudiantes, adultos de la tercera edad o gente con capacidades diferentes–tengan acceso a lecturas variadas sin tener que invertir demasiado dinero o sin salir de casa. La idea es que, a través de una membresía mensual o trimestral, tengan acceso a una biblioteca virtual y a préstamos de libros por máximo 15 días.
Este establecimiento tendrá como objetivo captar, básicamente, dos grandes colectivos:
El abanico de posibles clientes para una librería es muy amplio, sin embargo es importante que antes del inicio de actividades determinemos a que nicho deseamos dirigir nuestra oferta, esto no significa que tengas que "olvidarte" de aquellos que no cumplan tu perfil. La idea es comprender bien qué segmentos atendemos y qué segmentos no se han trabajado. Los compradores difieren en sus deseos, poder adquisitivo, procesos de decisión de compra, y en su actitud hacia la compra.
Esto hace necesaria la labor de segmentarlos y así poder evaluar. Hay que dividir los grandes y heterogéneos mercados en segmentos más pequeños y homogéneos, para hacer coincidir las capacidades de la empresa, de sus productos y servicios con los valores que buscan los clientes.
De entre todos tus clientes, ¿quiénes son los que te compraran más seguido? ¿Qué características comparten? Tal vez son más jóvenes que adultos. Tal vez son más solteros que casados. ¿Qué edad tienen? Pero ojo: no son sólo los datos demográficos los que importan. Es vital analizar los psicográficos (estilos de vida y conductas de compra), ya que estos datos nos darán información mucho más detallada sobre la relación de los clientes con nuestra librería.
¿Cuáles son los valores de estos jóvenes solteros? ¿Qué hábitos culturales tienen? Pregúntales qué libros leen, qué revistas hojean, qué programas de televisión no se pierden. ¿Cuáles son sus patrones de compra? ¿Qué opinan de tu oferta y de la competencia? Todas estas preguntas son pautas para que evalúes tu mercado y verifiques que tus productos se integran armoniosamente a su estilo de vida. No es necesario que inviertas en un estudio de mercado (aunque no estaría de más realizar uno). Lo más importante será que te acerques a platicar con algunos de tus clientes. Así tendrás la mitad del camino recorrido.
Debes tomar en cuenta todo lo que te digan, especialmente si son cosas que no quieres escuchar. Tal vez compran tus productos por necesidad y no por gusto. O puede ser que te estén comprando por comodidad o cercanía, no porque realmente te prefiera. Como ejemplo, piensa en los lugares donde comes en horas de trabajo.
O en tu manera de decidir a qué cine ir. La mayoría de las personas escogen estos servicios debido a la cercanía o la comodidad, aunque les disguste la opción. Nadie te asegura que tus clientes no te estén usando como su "peor es nada".
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